domingo, 15 de marzo de 2009


PREFACIO

Según las escrituras védicas, esta Era se denomina Kali-yuga, Era de Hierro, de riñas y de hipocresía. Debido a que las entidades vivientes estamos condicionadas por las modalidades de la naturaleza material, sufrimos aflicción proveniente de nuestra falsa identificación con el cuerpo. Los apegos materiales son causantes de nuestras frustraciones; por lo tanto, permanecemos en conflicto interno, lo que se manifiesta externamente como proliferación de guerras, terrorismo, inseguridad social y angustia, causando enfermedades mentales, pánico y descontento.

A medida que avanza la era, la degradación de las entidades vivientes es mayor y la orientación de las masas por líderes producto de las mismas, no conduce sino a situaciones caóticas, ya que predomina la pasión y la ignorancia en ellos. Carecen del control de sí mismos y de pureza (que es la fuerza). Debido a que protegen las actividades más pecaminosas, como son la matanza de animales, la intoxicación, los juegos de azar y la prostitución generalizada, que sólo traen mayor degradación, explotación y competencia, y, por consiguiente, reacciones que afectan a todas las entidades vivientes en mayor o menor grado. De la manera más clara posible, Paramadvaiti Suami y Prabhu Atulananda presentan esta edición de “El Bhagavad-gita, la Ciencia Suprema”, como la alternativa de la esperanza; el gran libro, que demuestra cómo salir victorioso de cualquier conflicto; que nos enseña a levantarnos, no importa que tan abominables o caídos estemos.

El Bhagavad-gita, la Ciencia Suprema”, es la luz y el conocimiento más confidencial. La Verdad Absoluta, al alcance de los más necesitados, porque está inspirado por grandes personalidades como A.C. Bhaktivedanta Suami Prabhupada y Sridhara Deva Gosuami.

Otros grandes pensadores han tomado fuerza de este libro, como
Mahatma Gandhi, quien dijo:
El Bhagavad-gita ha sido siempre una fuente de solaz para mí. En momentos en los que no percibía en el horizonte ninguna perspectiva consoladora, abría el Gita y encontraba ese verso que me daba nuevas esperanzas”.
Ralph Waldo Emerson dijo:
“Debo un magnífico día al Bhagavad-gita; fue el primero de los
libros; era como si un imperio nos hablara; nada pequeño ni desmerecedor, sino por el contrario, majestuoso, sereno, consistente, la voz de una vieja inteligencia que en otra época y clima examinó y resolvió las mismas preguntas que hoy nos mueven”.
Wilhelm Von Humboldt dijo:
“Lo más profundo y elevado que el mundo puede mostrarnos. Agradezco a Dios que me permitió vivir tanto tiempo como para que yo pudiera leer el Bhagavad-gita”.
Y Arthur Schopenhauer, entre otros, dijo:
“La más educativa y elevada de todas las lecturas que es posible encontrar en este mundo”.
La sublimidad filosófica y la elocuencia literaria de esta joya de lasabiduría universal se manifiestan en cada uno de sus 700 versos. Es como una gran madeja que va desenvolviéndose didácticamente, poéticamente, y enseñándonos, mostrándonos y descubriéndonos tal como somos. Por eso la importancia de acercarse con sumo cuidado, con simpatía, con amor, con deseo de conocer y comprender. El objeto de enfocar al amigo lector hacia versos claves, o partes claves, es guiarlo hacia temas específicos que puedan atraer su atención y curiosidad, siguiendo el flujo poético natural de una idea a otra, así como una abeja viaja libando el néctar entre tantas y maravillosas flores espirituales.

Como característica general de nuestro tema, el Bhagavad-gita es un poema filosófico, compuesto por 700 versos escritos originalmente en sánscrito. Y es una de las más importantes obras literarias y filosóficas conocidas por el hombre.

Como un clásico de la sabiduría de todos los tiempos, la influencia del Bhagavad-gita no se limita únicamente a la India. El Gita ha afectado profundamente el pensamiento de generaciones de filósofos, teólogos, educadores, científicos y autores del mundo occidental como Plantón, San Agustín, Pascual, Newton, Leibnitz, Kant, Schopenhauer, Hegel, Goethe, Hesse, C. Jung, Einstein, etc., como bien lo revela Henry David Thoreau en su diario: “Todas las mañanas baño mi intelecto en la estupenda y cosmogónica filosofía del Bhagavad-gita, en cuya comparación nuestra civilización y cultura parecen pequeñas y triviales”. La autoría del Mahabharata se le atribuye tradicionalmente al gran sabio Veda Vyasa (Srila Vyasadeva o Krishna Duaipayana Vyasa).
Fue Vyasadeva, o “la encarnación literaria de Dios”, quien de acuerdo a la historiografía ortodoxa védica, colocó la eterna sabiduría védica en escritos, (anteriormente existía la sucesión oral de transmisión, con lo cual uno puede imaginar la presencia de otro tiempo en la historia de la humanidad), al comenzar la era de Kali (Era de hierro), la actual era de oscuridad espiritual progresiva.

Después de recopilar los cuatro Vedas principales, los Upanisads y el Vedanta-sutra, Él decidió recopilar los Puranas y el Mahabharata para el beneficio de la gente común, que no podía asimilar fácil y suficientemente las elevadas y complejas enseñanzas filosóficas de los primeros trabajos. Y así, al exponer las conclusiones filosóficas de los Vedas, por medio de una sencilla narración histórica, el hombre común podría más fácilmente comprender y recibir los beneficios de estas enseñanzas.

De este modo, el Bhagavad-gita, la esencia resumida y simplificada de la sabiduría Védica para esta era, fue introducido en el Mahabharata, una obra de acción narrativa de una importante época en la antigua política de la India.